TARUGUIN
Dos amigos que se conocieron de chavales mientras estudiaban en Valladolid y han seguido juntos durante todo este tiempo, Julio Romera y Nacho León, años más tarde deciden lanzarse a esta aventura vinícola.
En 2010 Nacho León (el autor de los vinos Demencia, en Bierzo) y Julio Romera deciden empezar un nuevo proyecto en Soria, donde la familia de Julio tenía alguna viña. Empiezan a recuperar ese viñedo viejo de la familia de Julio y de algún amigo, plantado en un terruño muy especial: laderas de ligera inclinación a una altitud de 908 metros con una capa superior de textura arenosa sobre roca caliza.
Hasta el año 2018, las uvas viajaban al Bierzo en camión frigorífico, y allí, en la bodega de Nacho, se elaboraron las primeras añadas de Taruguín. Poco a poco, el proyecto fue consolidándose, y en 2018 Nacho y Julio montan una pequeña bodega en San Esteban de Gormaz, donde los vinos pueden empezar a comercializarse al amparo de la denominación de origen Ribera del Duero.
La familia de Julio es de la zona de San Esteban de Gormaz y siempre han tenido algunas pequeñas parcelas de vid. Un buen día los dos amigos, pasando una jornada en El Burgo de Osma, suponemos que tras una prolífica comida, decidieron unir sus fuerzas para crear un vino que reflejara la esencia de un territorio como la Ribera del Duero, pero alejándose de los estereotipos de concentración y marcada presencia de roble.
Ese día se originó la idea de crear Taruguín, dentro de la denominación de origen Ribera del Duero, a partir de la añada 2018 lo estará. Y no lo estaba porque Nacho y Julio han tenido lío. Nacho es conocido en el mundillo del vino al ser el propietario y enólogo de la bodega berciana Demencia de Autor, y Julio está a la cabeza de la empresa familiar de lana en la provincia de Valladolid.
En Soria no contaban hasta ahora con ningún lugar en el que vinificar, por lo que tras vendimiar la uva se guardaba en camión refrigerado y se transportaba hasta El Bierzo para ser elaborado en las instalaciones “dementes”. Subsanado este pequeño detalle, al haber conseguido una nave de unos 200 metros cuadrados en San Esteban de Gormaz, la D.O. les va a otorgar el certificado para que la añada 2018 sea la primera bajo este paraguas.
En 2010 comienza la aventura con las uvas de las parcelas familiares de Julio, algunos amigos y paisanos de la zona, pero una granizada de última hora les arruinó su primera añada. Lejos de venirse abajo los dos amigos se conjuran y siguen adelante con su sueño, y en 2011 consiguen elaborar su primer Taruguín, que les queda de fábula.
La gama Taruguín son vinos casi orgánicos que proceden de viñedos muy pequeños con unas cepas viejas alucinantes, que tardaron hasta 4 años en regenerarse cuando empezó el proyecto. Esa limpieza del viñedo y esa naturalidad se notan en estos vinos que son muy demandados por los aficionados anglosajones.
«Para nosotros lo principal para que un vino sea auténtico ocurre en el viñedo. La bodega sirve para perfilar y domar algunos defectos»
Si te estás preguntando de dónde procede el nombre del vino y de la bodega, tiene dos orígenes. En tierras sorianas se utiliza la palabra «tarugo» para referirse a alguien un poco bruto y como acababa de nacer el primer hijo de Julio y era bastante torbellino, le comenzaron a llamar «taruguín» y este apelativo pasó al vino. El segundo origen es relativo al nombre que se le da a las cepas por estas tierras.
En estos momentos la primera añada de Taruguín en Ribera del Duero se ha completado con una exclusiva y limitada cuvée, que han denominado “Corral de Taruguín”, ya que las uvas proceden de un paraje de Soto de San Esteban que es denominado por sus habitantes como “El Corral”. En un alto con un suelo muy pedregoso, venteado y unas plantas de elevada edad, “El Corral” despertó el interés tanto de Julio como de Nacho, que decidieron desarrollar una elaboración un tanto especial a pequeña escala con las uvas que allí crecían.
Actualmente ya contamos con las añadas del 2019, que están disponibles en nuestra web y tienda física. ¡No dejes de probarlos!
