Vinos Bigardo
“Vinos Bigardo es el desenlace de una intensa aventura en diferentes bodegas del mundo que siempre tuvo el propósito de acabar siendo una botella de vino”. Así nos presenta Kiko Calvo su proyecto y su bodega.
Tras estudiar Biología, Enología y Sumillería, de las de “título oficial” nos recalca, completó su formación doblando el lomo vendimiando en medio mundo: Burdeos, Australia, Napa, Argentina, Chile para acabar en su tierra: Toro (pasando antes por Galicia o la Ribera del Duero). “En mi cabeza ya sólo pensaba en ponerle los cuernos de Toro hecho a mano a mi etiqueta”. Y así nació Bigardo que creció rápido, de diez mil botellas en 2015 a sesenta mil en 2018.
“He vinificado en muchos países y regiones distintas y la Tinta de Toro lo tiene todo… El gran desafío está en domar tanta generosidad”.
Kiko Calvo es el alma máter de la bodega que tiene a su disposición 20 hectáreas de viñedo top, como él mismo lo define, porque sus viñas fueron plantadas por sus bisabuelos, abuelos y sus padres. Ahora su padre se encarga del cuidado de las mismas.
Las condiciones para el viñedo en Toro son un auténtico lujo. “He vinificado en muchos países y regiones distintas y la Tinta de Toro lo tiene todo… El gran desafío está en domar tanta generosidad”.
Como era de esperar tras leer estas primeras líneas, la viticultura de Bigardo es muy tradicional, gracias en gran parte a que la calidad de la uva es extraordinaria. Las lluvias justas en los momentos justos, pocas enfermedades, viña en vaso, mucho sol, bajísimos rendimientos… “Tener una viña en Toro es una bendición para un enólogo. Aquí el 95% de los viñedos son ecológicos, biológicos o llámalo como quieras…pero no suelen tener certificado. Soy bastante contrario a etiquetar la viticultura“.
Vinos Bigardo tiene muy claro el vino que quiere ofrecer al consumidor y para ello zonifica parcelas y las vinifica por separado. Como resultado se encuentra con 20-30 vinos diferentes que acaba mezclando para que Bigardo vea la luz.
Además de Bigardo, Kiko Calvo se atreve con una edición especial. Un vino que cuenta con muy pocas botellas: Strike. No es sólo un vino atrevido en cuanto a su imagen (pocas veces se ven etiquetados tan originales y rompedores) sino también en cuanto a su estilo. Strike mezcla diversas uvas de la zona de los Arribes del Duero con la genuina tinta de toro.
“Creo que voy consiguiendo modelar el vino de Toro que a mi me gustaría beber, lo que entiendo que debería ser el vino del futuro de esta zona de la que estoy locamente enamorado.
En 2020, tiene previsto lanzar dos vinos más al mercado: Pellejo. Vino de parcela y Satélite. Boarding wine. Y otros cuantos que ya le rondan en la cabeza. “La cosecha 2019 está pidiendo guerra y posiblemente haya un segundo vino de parcela”. La única pista que nos da es una malvasía que no termina de sintonizar… Estaremos atentos.
Hasta que llegue el momento de catar sus nuevos vinos podemos seguir disfrutando de Bigardo, un proyecto transparente y que, según nos reconoce Kiko, va de cara. “Creo que voy consiguiendo modelar el vino de Toro que a mi me gustaría beber, lo que entiendo que debería ser el vino del futuro de esta zona de la que estoy locamente enamorado. Mis cuernos son tus cuernos”. Y benditos cuernos los de Toro…